entrevista

Pelotari

Ganó el Manomanista de Promoción

«He pasado momentos muy malos que no se ven. Lesiones, sales al frontón y no terminas de disfrutar; también te ayuda a madurar»

«Cuando vi a la gente venir hacia mí... ¡Hostia, si he ganado!»

 

RS | Santo Domingo

No ha sido su paso al profesionalismo un camino de rosas. Han sido cuatro años de atravesar momentos de lesiones, mala suerte y posiblemente partidos que no ha estado al nivel que muchos esperábamos.

Darío a sus veintitrés años, ha conseguido un titulo importante y se impuso a Elordi 22-12, por el título del Manomanista de Promoción. Confieso que es otro de mis deportistas especiales, porque lo he visto crecer. Nos acompaña en la entrevista uno de sus amigos especiales: Ángel Kenedi.

 

Mientras Darío ojea la entrevista que le hicimos hace diez años, le pregunto ¿Qué has sido de estos diez años? Pues ya ves... se me ha quitado la cara de moco, me ha crecido la barba... ja,ja. Esos primeros fueron de disfrutar mucho de la pelota, junior, juveniles con buenos resultados, aficionado... y fui campeón Mundial. El último año de aficionado, ya tuve problema de manos.

 

Y pasas a profesionales. Pasas con toda la ilusión porque es lo que te gusta. Muchas horas en el frontón y luego hay momentos muy malos que no se ven. Son lesiones y al final terminas saliendo al frontón y no terminas de disfrutar. También te ayudan a madurar, te enseña quiénes te quieren y quieren tu bien.

 

¿Quiénes han sido en esos momentos tu mayor apoyo? No quiero tampoco nombrar a nadie porque han sido bastantes personas... Mis padres, mi novia, la familia o Ángel, compañeros, amigos e incluso compañeros ahora profesionales han estado conmigo.

 

¿Vives en Vitoria? Sí, vivo en Vitoria, conozco mucha gente, puedo estudiar y tengo muchas facilidades siempre para tener frontón.

 

Háblame de tu día a día. Acabé el año pasado el INEF y este año estoy estudiando fisioterapia en Aioa. Me levanto a las siete y media y voy al gimnasio hasta las once. A las doce tengo las clases hasta las cinco y luego quedar con la novia, estudiar o salgo un rato con los amigos.

 

Le pregunto a Ángel Kenedi: ¿Qué puedes decir de la victoria de Darío? Darío fue campeón sin poder jugar con sus dos armas principales: el saque y su derecha. Con eso te lo digo todo. Él, y también su familia, se merecían esto. Interviene Darío: Hasta ayer tenía la mano negra.. ¡Qué dolores! Estaba deseando que me vinieran a la izquierda. En semifinales acabé ya mal, pero la euforia de saber que estás en la final hace que apures para poder jugar. Te tratas de poner los tacos lo mejor posible... y a salir a la pista.

 

Llevas la final al principio cómodamente con un 12-1, y entonces empiezo a verte sufrir... Él empezó hacer tantos, venía de abajo y yo no podía meter la mano como hubiera querido. En esos momentos claro que vienen cosas a la cabeza. Cometió un fallo antes del descanso de tres minutos, y entonces fue cuando traté de concentrarme y terminar el partido cuanto antes.

 

¿Y cuando hiciste el tanto 22 qué hiciste? Pues seguí andando unos pasos como un monigote... Vino toda la gente a mí y dije ¡Hostia, si he ganado! A partir de ahí, mucha alegría, ver llorar a la gente, mucha gente abrazándome... llevo algún arañazo de alguno que no se había cortado las uñas. La verdad, muy contento de ver a tu gente feliz.

 

¿Y ahora? Ahora estudiar y recuperarme de las manos para poder competir bien.